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Hogar en calma

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Un templo zen de bienestar, paz y sosiego…

En la época que vivimos, la casa se convierte más que nunca en nuestro refugio y lugar de tranquilidad para una ‘slow life’ eliminando todo lo que provoca estrés o nos altera.

Cuando un espacio respira equilibrio, también infunde calma. Ese equilibrio debe llevar a un espacio decorado sin que nada destaque especialmente ni sobresalga. Para ello, utilizamos los mismos materiales en todos los ambientes de la casa. Escogemos tres materiales y los utilizamos repetidamente.

En este proyecto nos encontramos con una vivienda funcional, práctica y cálida de 110m² a la que conseguimos sacar todo su potencial sin modificar la distribución que proponía la promotora. Zonas de paso amplias, mucho almacenaje y una vivienda totalmente adaptada a una diversidad funcional sin que, por ello, resulte menos estética.

Sabemos que lo natural evoca naturaleza y esta tiene un poder relajante sobre nosotros. Por ello, en un ambiente en calma, las referencias a la naturaleza están presentes decorando con materiales que evoquen esa naturalidad con sus irregularidades. La madera no puede faltar, también la cerámica con efecto artesanal (baldosas que imitan piedra, barro, esmaltados…), las fibras naturales y el microcemento. Combinado con blancos rotos, maderas en tonos claros y pequeños detalles decorativos como el papel pintado, conseguimos una vivienda tranquila, con espacios amplios pero acogedores.

Otra idea fácil de poner en práctica para que la casa respire calma es la de crear orden. Y para ello separamos por usos los ambientes. De esta manera cada zona se vincula a un uso o servicio. Esto hace que se perciba la casa ordenada. Jugar con la decoración, los materiales, las alfombras y la distribución para lograr ese límite imaginario.

Un ejemplo claro es que gracias al pavimento porcelánico de Inalco, que se repite como encimera de cocina y revestimiento en el WC principal, conseguimos crear una continuidad visual que enlaza las diferentes estancias de esta vivienda.
Y un punto también muy destacado es que el almacenaje queda más que cubierto gracias a la gran cantidad de armarios que colocamos, tanto en los dormitorios, como en el recibidor, donde se optó por este mueble de Tegar Mobel para separar visualmente el salón de la entrada.

Una vivienda para disfrutar… en calma.